CON ESTO ME GANO JAIME

CON ESTO ME GANO JAIME


JAIME ES EL EJEMPLO DE QUE TODO UN ARTISTA DE LAS LETRAS, NO POR REQUISITO TIENE O TUVO QUE TENER UNA HISTORIA TORMENTOSA, NO ES REQUISITO AUTO-ATORMENTARSE, BUSCANDO SUFRIMIENTO Y DOLOR DE CUALQUIER SUCESO DE NUESTRAS VIDAS.



ES DECIR, DE UNA MUERTE IMPORTANTE PARA NOSOTROS, PUES HAY QUE EXPRESARLO, SACARLO DEJARLO FLUIR Y PASAR A LO SIGUIENTE, NO ES NECESARIO SUFRIR LO QUE TE RESTA DE VIDA POR UNA PERSONA QUE YA NO ESTA CON NOSOTROS. O EN CASO DE AMORES, ES IGUAL TODO LLEVA UN CICLO POR LO CUAL NO HAY QUE VIVIR EN EL TRAUMA O DOLOR DE HABER PERDIDO L SER AMADO O UN ABANDONO O UN ENNGAÑO. NO ES NECESARIO BUSCAR VIVIR EXPERIENCIAS FORSADAS SOLO PARA SUFRIR Y SEGUN ESTO SACAR UNA FUENTE DE INSPIRACION.



A ESTO ULTIMO ME REFIERO CON, INDUCIDO POR EL CIRCULO CAER EN UNA ADICCION PELIGROSA, METERTE CON ALGUIEN COMPROMETIDO, NOSE CUALQUIER TIPO DE ACCION QUE JAMAS TE IMAGINASTE HACER Y QUE SABES QUE TRAE CONCECUENCIAS, LO HACES SOLO PARA SUFRIR POR GUSTO O POR SER UN BUENE SCRITOR.



JAIME ES EL EJEMPLO JUNTO A OTROS ESCRITORES, QUE SON GRANDES OBSERVADORES, CAPTADORES DE LA VIDA PROPIA Y DE LA AJENA, CON GRAN SENSIBILIDAD QUE LOGRAN TRASMITIR LAS SENSIONES DE LAS IMAGENES QUE NOS DESCRIBEN SUS ESCRITOS.



ESTO ES SER UN ESCRITOR CON TALENTO Y NO UN INTENTO DE ESCRITOR.





Jaime Sabines



El peatón Se dice, se rumora, afirman en los salones, en las fiestas, alguien o algunos enterados, que Jaime Sabines es un gran poeta. O cuando menos un buen poeta. O un poeta decente, valioso. O simplemente, pero realmente, un poeta.



Le llega la noticia a Jaime y éste se alegra: ¡qué maravilla! ¡Soy un poeta! ¡Soy un poeta importante! ¡Soy un gran poeta!



Convencido, sale a la calle, o llega a la casa, convencido. Pero en la calle nadie, y en la casa menos: nadie se da cuenta de que es un poeta. ¿Por qué los poetas no tienen una estrella en la frente, o un resplandor visible, o un rayo que les salga de las orejas?



¡Dios mío!, dice Jaime. Tengo que ser papá o marido, o trabajar en la fábrica como otro cualquiera, o andar, como cualquiera, de peatón.



¡Eso es!, dice Jaime. No soy un poeta: soy un peatón.



Y esta vez se queda echado en la cama con una alegría dulce y tranquila.





PRONTO LOS VERE A UN ANDO EN ESTE PARAISO TROPICAL, ME HACE MUUY BIEN Y LO ESTOY DISFRUTANDO