martes, 21 de abril de 2015

El hombre que se creía compositor


El hombre que se creía compositor. 


Hombre enamorado
de sonidos y silencios
ordenándolos los compones
para expresar tu ser.

Vas por la vida
comodamente
mendigando amor
para encontrar la inspiración.

Dando voz
a tus experiencias
diciendo a otros 
tus tristezas.

Tristeza falsa
inconsciente, provocada
por tener miedo
expresar tu yo verdadero. 

Mendigas amor
buscando satisfacción
sin cuidar tu maquina
vital de esta vida corpórea.

Dejando vació
tu cuerpo
tu alma
sin vida solo respiras.

Palabras bellas
sonidos exquisitos
pero no los alcanzan
a comprender los demás.

Solo tu ego entiende
tú soledad
tú satisfacción sexual
tú vida natural.

Vida naturalmente cómoda
sin ataduras, piensas que vives
lo que otros no pueden
por no ser músico, poeta y loco. 

Por el día calles llenas
por las noches vacías
tu en medio tranquilo
perdiendo lo verdadero. 

Hombre con el corazón
encarcelado, saca de ti,
lo más bello de tu ser
olvida de donde vienes.

Hombre serio y solitario
decidieron unirse
y darte vida, lo mejor del mundo
sin dudar, sin miedo a nada.

Hombre egoísta
temerosos de la vida
acurrucado en ti
sin saber lo que es vivir. 

Hombre que disfruta
las migajas del amor
para 














Creador




CREADOR

Creador de la vida
paso a paso que das
recogiendo experiencias
para plasmar.

Creador con necesidad
de expresar tu interior
juegas con la vida
sin darte cuenta
que la desperdicias.

Creador de la calle
iluminas los caminos
menos el tuyo
sin saber lo que dejas.

Creador de soledad
alimentas tu ego
falsa humildad
sin entregarte a la vida.

Creador de imagen sencilla
lleno de vanidad
rompiendo almas
corazón enjaulado.

Creador refugiado
en el vacio capital
para poder crear
para poder hablar.

Creador con trasfondo
lleno de amor
abre tu alma
para llegar a los demás.

Creador de música
letra y locura
pon tu alma al descubierto
y sentirás la verdadera 
esencia de la creación.


La composición perfecta




LA COMPOSICIÓN PERFECTA

Una composición exquisita
de silencios y sonidos
en crescendo inquieta
tranquila, fuertes sonidos
es lo que se requiere cada pauta.

Para hacer vibrar al corazón
almas unidas al unisono
deleitando los sentidos
llenos de amor.

Asi es la vida vibrante 
asi es el amor. 

miércoles, 1 de abril de 2015

El ataque del monstruo submarino



EL ATAQUE DEL MONSTRUO SUBMARINO.

Estaba en la playa disfrutando del sol, arena, mar y los de mas vacacionistas, yo hacia lo que siempre se hace en vacaciones en la playa, una cerveza en mano, hielera a lado desbordada de latas de ese elixir espumoso amarillo, comida y botanas una tras otra, delicioso, el agua del mar con su va y ven de olas reconfortaban mis sentidos, los sonidos compuestos por las olas, las voces de palabrerías de humanos a mi alrededor, el sonido de la tostada de aguachile entrando a mi aparato digestivo, las sonrisas de los niños juguetones era toda una pieza clásica sinfónica de unas buenas vacaciones de primavera.

Mi cuerpo empapado, lleno de arena salada terminan de componer el cuadro, llega el atardecer disfruto en primera fila el espectáculo natural de este gran día de ocio, después tomo mis herramientas de vacaciones como mi silla, sombrilla, hilera etc.  Emprendo el regreso al que por hoy es mi hogar, en esta estancia vacacional, voy caminando mojando mis pies con las olas, recojo algunas piedras, sigo mi caminar a mi destino.

De pronto mi sexto sentido se pone en alerta, apresuro el paso siento el sonido de unos tentáculos gigantes y ruidos extraños y estridentes que me hace estremecer, especialmente mi estomago, me digo a mi mismo, no mires atrás sigue, sigue sin parar, pero en momentos siento mas cerca esos tentáculos,, ya no mojo mis pies me e retirado del agua, pero a un no puedo salir del área de playa, apresuro, sin mirar atrás, mi respiración es agitada, mis pasos rápidos y sigilosos, sin mirar atrás, solo escucho como se mueve el mar salvaje, estruendos que hacen que mi vientre se estremezca, mi piel se vuelve chinita como si estuviera escuchando rechinar un gis sobre un pizarron, en el salón de clase de la infancia. Mis lagrimales se dilatan y empieza a llover sobre mi cara, pues el rugido del monstruo estremece toda la playa, por fin salgo de la playa, me dirijo hacia mi hogar, lo veo, pero siento esos tentáculos y siento que se encuentra a mil kilómetros de distancia, sin mirar a ningún lado concentrado en mi caminar tieso, cada ves mas, por el miedo paralizante, logro llegar. Abro la puerta y  me dirijo justo a encerrarme.

Por fin escucho como sale ese monstruo submarino, me ataca, grito ahogado mis manos deformes de tanto estremecimiento araño la pared, siento como los tentáculos recorren parte de mi cuerpo internamente, por fin mis ojos se vuelven a su lugar, mis manos, un respiro y una sonrisa de satisfacción, logre salir con vida, con vida, de pronto giro la cabeza y no hay papel, noooooooooooooo.