Ahí vienen los del cuarenta y dos peleando como siempre, por que ella quiere más dinero para gastar, los chiquillos corriendo como siempre ya van a jugar a gritarle al del cuarenta y uno ¡maricon!.
Él dice que no es, tiene muchas amigas pero ni las toca, pero a media noche siempre está con su mejor amigo y la mamá hace que no se da cuenta.
Así todos los días, pero viene lo mejor la vecina del treinta, con sus falditas, hoy trae tanguita, si.
- ¡Doña Lupe me presta su Nomo para Jugar!
-¡No, niña no, me vas a romper!
R. B. D
Mar Viento
Rosa Barrera.
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