UNA VIDA...

UNA VIDA,,,

Que recorrer experiencias, con el objetivo simple de morir. Tal vez no hizo nada durante 90 años, no fue feliz, siempre sombrìa con el abrigo de la familia, llena de miedos y prohibiciones.

90 años desperdiciados dicen los jovenes, que tristeza dicen los adultos y los pequeños solo preguntan; ¿por què?

El sermòn de despedida es el recuento de su vida, fue un discurso simple y vacio, no hay esposo, no hay hijos, muchomenos nietos.

deseaba la muerte en su lecho, al ver las miradas lastimosas, respirando con fuerza las limosna de afecto. El juicio final llego, toca las puertas de oro del cielo, màs deprimida y triste a un que en vida, ve las puertas que se abren llena de verguenza.

Un recuento de vida, no terrenal, hablar con èl directamente le abrio los ojos y pudo ver màs alla de su nariz y acepto el premio que èl le otorgo por ser una exelente vida y haber cumplido su misiòn.

No hubo esposo porque ella decidio sonreir, no hubo hijos porque sabia que a sus sobrinos les haria falta su amor y mas despues de quedarse solos.

Fue feliz, sus niños fueron felices a su lado, pues vivian grandes aventuras juntos haciendo travesuras, siempre esperaban la hora de la salida de la escuela para estar con ella, todo gracias a su espiritu jovial, infantil, que la hacian fresca, sincera, buena.

La tìa a la que acudian cuando mamà daba la espalda, la que ayudaba con los novios, la que criticaba a las novias, la que se convirtio en la cabeza de la familia cuando la abuela falto.

La que nunca perdio la sonrisa y el humor negro que la caracterizaba, las bromas, ocurrencias, la que mantenia alegre la familia.

Su vida no fue soledad, si no que fue alegria, su vida no fue aburrida, fue aventura.

No hubo hijos, pero hay sobrinos, sobrinos nietos, sobrinos bisnietos y tataranietos, que cuentan sus aventuras, sus ocurriencias, y ya van de generaciòn en generación.

Hoy en el cielo ella se da cuenta que no solo viviò, si no que cumplio y disfruto su misiòn y que seguira viviendo en el corazon de su familia por muchas generaciones màs.

Hoy en la tierra, la casa grande esta vacia, su voz se extraña y màs cuando uno llega y ya no sale ella a decirnos "tarugos".

para ti mi segunda abuela

descanza tranquila que tu mision fue ser feliz y asi lo cumpliste.

25/04/2010